lunes, 19 de abril de 2010

Teorías de la Comunicación






Desde su surgimiento la Teoría de la Comunicación, ha sido construida con los aportes de la psicología, sociología, lingüística, ingeniería y otras disciplinas y ha estado siempre ligada a los medios que la soportan.


Lasswell en 1930, conjuntamente con Lazarfeld y Hovland, esquematizaron el llamado "proceso de la comunicación", mediante un diagrama en el que se enfatiza el quién dice qué por qué canal a quién con qué efectos, el proceso se vincula indefectiblemente al medio o canal que permite al emisor dirigirse, simultáneamente, a un gran número de destinatarios, surgiendo lo que se conoce como corriente funcionalista de la investigación de la comunicación (Mass Communication Research) representada también por autores como Lazarfeld, Merton y Schramm (Moragas, 1981, en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).

En 1960, los cambios políticos que se operan en Latinoamérica impactan los planteamientos académicos y la Mass Communication Research comienza a ser cuestionada por una serie de investigadores que, con base en la sociología critica de la Escuela de Frankfurt, representada por Adorno, Horkheimer y Marcuse, aportan una nueva visión del papel de los medios en la los países subdesarrollados o del Tercer Mundo.

Estos autores, entre los que destacan Beltrán, Mattelart, Pasquali y Verón, dotan de finalidad política a sus investigaciones al cuestionar "tanto el concepto de comunicación aceptado hasta el momento, como las funciones y objetivos que ésta debe cumplir dentro de la sociedad" (Aguirre y Bisbal, 1981: 29, en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).

En sus análisis, si bien aceptan que los medios son parte esencial del proceso comunicacional, coinciden en considerar a la comunicación como una actividad humana fundamental, a través de la cual los seres humanos se relacionan entre sí y pasan de la existencia individual a la comunitaria.

De ella se desprende el modelo de comunicación dialógica, horizontal o participativa, que se rebela contra los paradigmas funcionalistas que establecen un emisor que habla y un receptor que simplemente escucha o responde a estímulos preestablecidos; en contraste, plantea que la comunicación constituye un proceso en el cual "dos o más seres o comunidades humanas intercambian y comparten experiencias, conocimientos y sentimientos, aunque sea a distancia y a través de medios artificiales" (Kaplún, 1985:68, en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).

Deacuerdo con (Habermas, 1981: 171) esta será posible "cuando exista para los participantes una distribución simétrica de oportunidades (...) vale decir, igualdad efectiva de oportunidades para asumir roles de diálogo", el cual, para el filósofo alemán heredero del pensamiento crítico de la Escuela de Frankfurt, es "nada menos que tomar decisiones conjuntamente" (Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).

Por lo tanto, en esta época signada por la invención de modernos artefactos, las condiciones para una comunicación ideal se vinculan con la problemática relativa a la posesión y uso de los medios.

Al respecto, dice Pasquali: "la supuesta abundancia de aparatos concierne casi exclusivamente a la función acceso (recepción) a los mensajes ajenos, y casi en nada a la participación (emisión) en la producción y emisión de mensajes propios; y segundo, porque, aún en equipos de acceso o receptores, el 20% rico de la humanidad ha conservado con creces sus distancias del 80% pobre" ( Pascuali: 1998, en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).

Entre los factores que limitan el acceso de grandes mayorías se encuentran: la carencia de una infraestructura básica de telecomunicaciones, el bajo porcentaje de líneas telefónicas por habitante, la poca cantidad de computadoras per cápita, las altas tarifas, un ámbito jurídico favorable a los monopolios. Datos estadísticos que reafirman lo anteriormente mencionado, por solo citar un elemento, el referido a la distribución mundial de los usuarios, para 1998 se apuntaba que éstos “viven 81,70 % en el Hemisferio Norte y 18,30% en el Hemisferio Sur” ( Pascuali: 1998, en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).

Con el objetivo de captar la complejidad de lo anteriormente planteado la autora reafirma la necesidad de la elaboración de nuevas teorías que den cuenta de este hecho. Tanto en el aspecto de la Red como nuevo medio de comunicación, así como respecto a las mencionadas consideraciones económico-políticas.

Desde otras latitudes se ha analizado también este tema, Michel Cartier, de la Universidad de Quebec, Montreal, intenta dar cuenta de los cambios producidos por los desarrollos tecnocomunicacionales y pone su acento en el perceptor, cuyo rol como usuario-mediador y sus percepciones como consumidor-receptor deben repensarse a la luz de los nuevos desarrollos.

Cartier plantea que la telemática en función de ofrecer al receptor la posibilidad de emitir e integrar espacio y tiempo a escala planetaria, debe analizarse desde una teoría de la comunicación multiescalonada “que tome en cuenta la presencia de grupos de intereses situados entre el polo de la comunicación interpersonal y el polo de los medios de comunicación masiva; una teoría de la información fundada en las necesidades de información y en la búsqueda del conocimiento; una gramática interpretativa de los mensajes que tome en cuenta el comportamiento de los usuarios de la información y una gramática generativa de los mensajes que tome en cuenta la demanda social de informaciones, así como el imaginario suscitado por las nuevas tecnologías” (Cartier, 1992: 123, en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).

Como ya se ha venido mencionando el estudio de los medios desde la perspectiva de los usuarios es una necesidad que comienza a hacerse visible, a partir de la existencia de los medios telemáticos que permiten que las audiencias se conviertan en creadoras de contenido.

El usuario, no obstante, no es un ser aislado. Es un ser humano con características biopsicosociales definidas, pero también es un ser social que participa en un proceso comunicacional en el cual el elemento "medio" es, cada vez más, en función de los cambios tecnológicos, un factor estratégico.

En este sentido, la comunicación es, en esencia, un problema económico y político (Beth y Pross, 1990: 176) ya que se relaciona con la disponibilidad y al acceso de medios materiales mediante los cuales se emite o recibe información, lo cual remite al problema de la justicia distributiva e igualitaria. Y la tecnología "no corre en un vacío social y no modifica la cultura sin ser ella misma profundamente rediseñada por el mundo que contribuye a crear" (Winner, 1979:87),en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).


La Urgencia de Nuevas Teorías

Pero independientemente de estas consideraciones económico-políticas, y sin pretender abordar un problema comunicacional partiendo sólo del medio, sí es preciso acotar que, debido al hecho de que la tecnología telemática ha generado un nuevo medio de comunicación, nuevas teorías parecieran lucir necesarias para analizar en su totalidad el fenómeno de la comunicación mediante computadoras.

En este sentido, el investigador venezolano Marcelino Bisbal ha advertido que, debido al cambio profundo de los medios, hoy luce válido preguntarse si acaso "¿es posible seguir empleando las dos corrientes de investigación dominantes en América Latina en la reflexión e investigación de la comunicación?. Nos referimos a los planteamientos de la Escuela de Frankfurt y a la corriente empírico analítica conocida como "Mass Communication Research o Escuela Norteamericana de Comunicación" (Bisbal, s/f: 83, en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).


También la investigadora Migdalia Pineda ha señalado que las transformaciones tecnológicas están planteando retos a la teoría de la comunicación, ya que "los conceptos y las tipologías recogidos por las ciencias de la comunicación están comenzando a quedarse obsoletos ante el surgimiento de la sociedad global de la información" y plantea que "debido a que las nuevas redes y medios potencian la diversidad de procesos, no pueden existir teorías y modelos únicos que los expliquen". ( Pineda:2000)


El mexicano Trejo Delarbre (1998), por su parte, subraya la necesidad de realizar estudios sobre la base de una revisión de las teorías tradicionales "a partir de la capacidad de casi cualquier receptor para ser a su vez emisor y de la enorme, aunque por cierto escasamente empleada, posibilidad de retroalimentación que supone la red de redes"

Jean Cloutier y Michel Cartier, de la Universidad de Quebec, Montreal, intentan dar cuenta de los cambios producidos por los desarrollos tecnocomunicacionales y ponen su acento en el perceptor, cuyo rol como usuario-mediador y sus percepciones como cons umidor-receptor deben repensarse a la luz de los nuevos desarrollos.

Según Cloutier, "a fines de este siglo ya no puede hablarse de medios de comunicación de masas, sino de auto-medios de comunicación de masas". (Cloutier, 1992: 172en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).


Cartier, por su parte, plantea que la telemática "no puede considerarse otro medio que puede añadirse a los existentes, sino un modo distinto de comunicación (...) pues posee una arquitectura multiescalonada, ofrece al receptor la posibilidad de emitir e integra espacio y tiempo a escala planetaria". (Cartier, 1992: 121 en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).


Por ello, subraya este investigador, por ser no sólo una mutación tecnológica sino una innovación, "plantea nuevos retos socio-culturales que requieren la elaboración de nuevas teorías".

Entre ellas, Cartier plantea la de "una teoría de la comunicación multiescalonada que tome en cuenta la presencia de grupos de intereses situados entre el polo de la comunicación interpersonal y el polo de los medios de comunicación masiva; una teoría de la información fundada en las necesidades de información y en la búsqueda del conocimiento; una gramática interpretativa de los mensajes que tome en cuenta el comportamiento de los usuarios de la información y una gramática generativa de los mensajes que tome en cuenta la demanda social de informaciones, así como el imaginario suscitado por las nuevas tecnologías" (Cartier, 1992: 123,en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).


Aún cuando estas consideraciones conceptuales sean sumamente atractivas, constituyen sólo esbozos que apenas comienzan a definir prioridades para futuras investigaciones destinadas a la producción de una teoría más consistente.

Si acaso nos ofrece una opción, es la que nos indica volver la cara hacia los usuarios, a los sujetos (ahora posibles actores) de la comunicación. Sobre esa perspectiva, también Bisbal (s/f: 88) ha dicho que "quizás allí encontremos una salida, porque frente al fracaso de los macroproyectos o propuestas globales irrumpe, aunque siempre haya estado ahí, la gente como usuaria y es ella la que debe decir".

Por otro lado, el estudio de los medios desde la perspectiva de los usuarios es una necesidad que comienza a plantearse, a partir de la existencia de los medios telemáticos que permiten que las audiencias se conviertan en creadoras de contenido

(Dervin,1995: 11, en Urribarri www.funredes.org/mistica/comunidad/).



Fuentes

MATTELARD, Armad y Michele (1997).Historia de las Teorías de la Comunicación,editorial Paidós, Barcelona.

PINEDA, Migdalia. Los Paradigmas de la comunicación, Revista comunicación, cuarto trimestre de 2000.

URRIBARRI, Raisa. El Uso de Internet y las Teorías de la Comunicación http://funredes.org/mistica/comunidad/contenido/docuparti/doc14.html

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